lunes, 9 de diciembre de 2013

Día 2: Bangkok, zona ratannakhosin

Nos levantamos relativamente pronto y desayunamos como reyes en una cafetería: De O’Sha, en la calle perpendicular a nuestro hotel, 325 baht para los dos, bastante caro para ser Bangkok pero estuvo muy bien para empezar bien el día.
 

Con la barriga llena, estuvimos buscando el embarcadero nº 14, finalmente llegamos al 13, Phra Arthit, con las indicaciones de varios locales.  Cogimos un ferry por el rio Chao Praya de bandera naranja. Pagas una vez dentro a una mujer que pasa con una hucha, 15 baht/persona. Queríamos bajar en el nº 9, Tha Phra Chang para ir primero al palacio pero se nos hizo tan corto que se nos pasó y bajamos en la siguiente, nº8, y llegamos a Wat Po.

Pagamos la entrada: 100 baht/persona, nos pareció caro porque pensaba que era menos pero valió la pena. Nos encantó tanto el buda reclinado, como el templo en sí. Sin duda de nuestros favoritos en Bangkok. El buda es increíble, no te llegas a imaginar lo grande que es, mide 46m de largo y 14 de alto.




 Y los patios del templo son preciosos, y te aíslas un poco del dinamismo y lo caótico de Bangkok.
Dentro te dan un botellín de agua, que la verdad se agradece. Abre de 8h a 17h







Salimos y fuimos andando hacia el Gran Palacio y Wat Phra Kaew.
Nada más entrar nos desviaron a la oficina donde pagamos para alquilar unos pantalones y una falda. Decir que íbamos vestidos de manga corta y con pantalón pirata, a media espinilla, porque había leído que se podía, pero a nosotros y a todos los que pasaban como nosotros no nos dejaron pasar tal y como íbamos. Dejamos un depósito de 200 baht por prenda y yo me puse en la cola para esperar a tener una falda. Eran las 11h30 y mucha gente había tenido que coger faldas por lo que había que esperar  a que las devolvieran.


Después de unos 15 minutos por fin estábamos en la taquilla donde pagamos  500 baht/persona, allí nos avisaron que el palacio ese día cerraba a las 13h, así que íbamos con rapidez, cuando de repente vemos un cartel que pone que el Wat Phra Kaew cierra ese día a las 12h, nos quedaban 10 minutos. Llegamos y ya habían puesto en la entrada un poste diciendo que no se podía entrar pero no había nadie vigilando, todos estaban avisando para que la gente saliera y estaban protegiendo a alguien importante que estaba visitando el templo en ese momento, así que entramos y pudimos verlo, cinco minutos después ya habían cerrado las puertas. El buda me decepciono un poco porque es muy pequeño y se ve de lejos, y él hecho de que fueran a cerrar no nos dejó disfrutarlo mucho. Este buda fue traído de Chiang Mai y es la imagen más venerada del país.

Dimos una vuelta por los patios de alrededor del templo y fuimos hacia el palacio, ya eran las 12h30 y había mucha gente que al igual que nosotros querían verlo antes de que cerrará.



Impresiona el contraste de verde, de los jardines, y el blanco y dorado, de los edificios.  Pero en general, nos pareció que esta muy sobrecargado el  recinto para tan poco espacio.


Tras esto fuimos caminando hasta el puerto de Tha Tien, donde habíamos bajado, para coger el ferry que cruza el río por 3 baht/ persona y ver el Wat Arun.



Este templo nos maravilló por la paz que transmitía. Dentro del templo vimos como un monje hacía un ritual de santificación a una pareja joven, y estábamos prácticamente solos, a diferencia de en los otros templos en los que habíamos estado.


 Luego subimos las escaleras de la torre central, hasta el segundo piso, he de destacar que tengo vértigo, pero con mucha fuerza de voluntad conseguí subirlo, las vistas nos gustaron mucho porque se veía un poco el constaste entre los rascacielos y las casas de la clase obrera. La bajada fue un poco más dura que la subida, llegue abajo y me temblaba todo el cuerpo. 
Este símbolo de Bangkok esta hecho de porcelana china que venía desde china a través del río Chao Phraya. La entrada son 50 baht/persona y abren de 7h30 a 17h30.





En uno de los múltiples embarcaderos que había al lado del templo cogimos un barco de cola larga por los khlongs. Estuvimos 1 hora y pagamos 800 baht.

El barco nos dio una vuelta por los canales de thonburi, que es la zona de Bangkok que queda a ese lado del río, pero que normalmente no se visita, y esta es una manera de hacerlo y ver un poco las casas que tiene. Nos pareció curioso ver el tipo de casas, como están construidos encima del canal, y ves un poco el modo de vida que llevan. A nosotros nos gustó. 





Lo que no nos sentó muy bien es cuando nos dejaron tras en tour en la otra orilla, la de enfrente y para salir del embarcadero tenías que pagar 20 baht, según ellos “landing tax port”. Me cabree bastante y en un principio empuje a la chica para que me dejara pasar, porque no lo iba a pagar, pero enseguida vinieron otras de su calaña y no me quedo otra  que pagar. Me resigne pensando que solo eran 50 céntimos de euro.
Cerca de allí, comimos en un restaurante por 285 baht, nos metimos en ese sitio porque vimos gente occidental dentro y nos dio buena espina. Pedí algo que no pude acabar porque era muy picante.
Como nos encontrábamos al lado de chinatown y el día anterior no lo acabamos de ver decidimos dar una vuelta por ahí. Callejeamos y callejeamos por las entrañas de Bangkok viendo el día a día de sus habitantes más humildes. Vimos pequeños mercados, colegios o calles enteras que vendían una única cosa.
Al final llegamos a nuestro decepcionante destino, el Giant swing, que es un arco chino rojo. Desde allí vimos que el golden mountain estaba en obras así que aprovechando que no estábamos muy lejos de Kao San Road decidimos ir a verlo de día. Todo era mucho más tranquilo y no había ni la mitad de puestos.

Ya llegando al hotel Fermín se vino arriba y decidió comprarse un traje a medida en una pequeña y poco concurrida tienda al lado del hotel. Le tomaron medidas de todas partes de su cuerpo y eligió los colores dentro de una amplísima gama. Al final tras mucho regatear y amagar de irse consiguió  un traje de calidad superior por 70€. Durante las próximos 24h tuvimos que ir 3 veces más a la tienda para ajustar el traje al máximo. Un servicio muy eficiente.

Llegamos al hotel bastante cansados, nos dimos un buen baño y aprovechamos a descansar un poco hasta la hora de la cena.
Para cenar volvimos al restaurante de ayer que era muy barato y muy bueno, siempre estaba lleno de gente así que nos daba mucha confianza. Pad thai y verduras con arroz más cerveza 245 baht.
Nuestra última parada fue Kao San y la calle Rambrutti, pero esta vez de noche. Callejeamos un poco entre una horda de mochileros europeos, y cientos de puestos y tiendas. Compramos un notebook, que es lo que usare como álbum para las fotos, tickets y también donde escribo este diario (150baht), 3 pendientes y  un colgante (135 baht).

Y nos dimos un masaje en popular Shewa Spa. Yo me di un masaje de pies y Fermín, muy valiente se dio uno Tailandés de media hora. Yo acabe encantada pero Fermín no tanto, porque fue lo más parecido a una tortura que le habían hecho antes, los dos masajes 270baht.

Llegamos al hotel a descansar de este largo día que mañana nos vamos a pasar el día a Ayutthaya.

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