martes, 12 de noviembre de 2013

Día 6- chichen Itzá + cenote ikkil + ek'balam + cenote dniznup + Valladolid

Tuvimos que madrugar mucho, ya que habíamos quedado a las 6h15 para comenzar con las excursiones. Hoy íbamos a compartir el día con Ramón y Vanesa, una pareja con la cual contacte por el foro de viajeros a Riviera maya en Julio. Y el taxista no fue Irán sino su hermano Ernesto, que fue muy atento todo el día.
Llegamos a las 8h30 a Chichen Itzá, el guía nos esperaba afuera, ya que Irán había contactado con él el día de antes. Estuvo con nosotros casi dos horas, y nos explico todo con mucho detalle. Nos quedamos impresionados con las ruinas, y lo estudiado con tenían la acústica los mayas, dábamos palmadas delante de la pirámide y rebotaba el sonido de un pájaro.


El juego de la pelota, tiene influencia azteca, y la explicación del observatorio también fue impresionante. El calendario maya es de los más exactos del mundo, sólo se equivoca de 17 segundos. La verdad que tras tanta información de esta cultura te preguntas como puede ser que sin tanta tecnología consiguieran tantas cosas, eran una civilización muy desarrollada.



Después del tour hicimos unas cuantas compras en los puestos que se instalan. Regateamos un poco y pensábamos que habíamos comprado gangas pero al día siguiente nos dimos cuenta de que no habíamos hecho tan buen negocio…


Con el calor que teníamos nos vino genial que el siguiente destino fuera el cenote Ikkil, un cenote precioso, abierto arriba por donde caen raíces. Nos dimos unos cuantos chapuzones y continuamos con nuestra excursión.


Fuimos camino a Ek’balam, teníamos 1 hora de viaje, así que antes de llegar, como ya eran las 13h decidimos parar a comer.
Tras reponer energías visitamos las ruinas de Ek’balam y subimos a la pirámide, esta fue más sencilla que la de Coba.




Para quitarnos el calor de encima y cómo íbamos muy bien de tiempo fuimos al cenote Dnitzup. Este cenote es cerrado, menos por una parte donde caen raíces. Para que se vea bien han colocado unas luces que van cambiando de color cada pocos minutos, la pena es que se ve mucho mas artificial.

La última parada fue Valladolid, donde no pudimos ver más que la iglesia y un par de calles ya que nos cayó un chaparrón. Me gustaron las casas de colores.


Llegamos a las 19h30 al hotel. Cenamos y a dormir tras un largo día.


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